Gigantecas fortalezas móviles enemigas

Hoy visitando una tienda de videojuegos retro he encontrado un juego de Master System a 5 euros llamado Thunder Blade y no he podido resistir la tentación de adquirirlo. No lo había jugado en mi vida, así que ha sido una compra a ciegas, pero al llegar a casa y ponerlo en la consola, ha sido exactamente lo que me esperaba:

Un juego bastante malo

Thunder Blade

Por lo menos la portada no es de las cutres

Por lo visto, unas fuerzas rebeldes han invadido el país de un veterano piloto curtido en cien batallas, apodado "El Gladiador del Helicóptero", y quieren que gobierne un dictador cruel y vanal que no tiene nombre. El caso es que ya casi lo tienen conquistado, hasta tal punto que ahora en vez de atacar, se dedican a hacer exhibiciones de helicópteros, seguramente en conmemoración del dictador cruel y vanal que no tiene nombre.

El caso es que a ese tal "El Gladiador del Helicóptero", que es un hombre muy patriota, no le acaba de hacer mucha gracia que invadan su país, así que se pone a los mandos de "La Espada de Trueno", un helicoptero de ataque de última generación, decidido a estropearles la exhibición de helicópteros a los rebeldes del dictador cruel y vanal que no tiene nombre.

Helicópteros en filas haciendo piruetas: esto es una exhibición en toda regla.

El objetivo final de "El Gladiador del Helicóptero" será destruir las gigantecas fortalezas móviles enemigas. Pero eso no lo digo yo, es lo que pone en la parte trasera del juego:

Puntos suspensivos colocados en un lugar totalmente aleatorio. En el librito de instrucciones es todo el rato así.

Al poner el juego y encender la consola nos saldrá el Alex Kidd, pero tras varios intentos de soplar cartucho y soplar consola nos aparece la pantalla de inicio del Thuder Blade invitándonos a pulsar el botón start. Una pantalla de inicio bastante lograda con lo que parece una foto digitalizada para los 8 bits de la Master System. Lo raro aquí es la música, que parece va a contratiempo de una forma un poco inquietante, la batería entra tarde y me pone de los nervios.

Después de intentar pulsar un botón start inexistente en lo que sería más o menos el centro del mando, pulso el botón 1, que en la Master System también es el start, y empieza el juego. Empezamos con 3 vidas, en una pantalla que parece un cuartel militar, donde, a las 12 del mediodía (lo digo por la sombra de nuestro helicóptero (los otros no tienen sombra)) están haciendo claramente una exhibición de helicópteros (perdonad que insista). Todas las naves son muy grandes, así que es muy fácil chocarse y morir. Yo creo que lo más fácil es intentar esquivarlos y pasar completamente de disparar.

Aun así, tenemos dos disparos, uno para los enemigos de aire, y otro para los tanques que están en el suelo (que aun no han aprendido a volar), y no está prohibido usarlos, así que el que quiera ir matando, que lo haga, no hay ningún problema.

Tras terminar la primera pantalla, descubro con sorpresa que la segunda es así como en 3D!, un cambio de perspectiva total.

Cierto es que el control, la dificultad y la jugabilidad son prácticamente iguales. Pero en esta ocasión también hay aviones haciendo piruetas en formación, con las que no es posible chocarse, así que apenas dan problemas, pero disparan. Aunque al morir aparecemos en el mismo sitio, no he conseguido pasar de esta pantalla (tampoco he insistido mucho, claro), ya que las 3 vidas me las quitan muy rápidamente.

Y nada, le voy a poner nota a ver qué pasa:

Jugabilidad: 4

Gráficos: 6

Música: 1

Demostración del control de los helicópteros por parte de los pilotos enemigos en la exhibición: 7

Puntos suspensivos colocados donde toca: 1

Total: 3,8